En una amplia entrevista en la edición de mayo de GQ , Justin Bieber relata sus luchas con la fama y la lucha por la normalidad en su vida. Él le da crédito a su esposa, Hailey, y a su relación con Dios por darle un significado más profundo a su vida que la fama y la fortuna por sí solas no pueden darle.
Bieber, de 27 años, ha hablado abiertamente de su fe cristiana.
«Él es la gracia», dice. «Cada vez que nos equivocamos, Él nos vuelve a levantar cada vez. Así es como yo lo veo. Y es como, ‘Cometí un error. No voy a insistir en ello. No me siento avergonzado. Pero en realidad me hace querer hacerlo mejor ‘”, dijo Bieber al entrevistador Zach Baron.
Baron escribe que el amigo de Bieber, Chance the Rapper, explicó sin dudarlo que Dios es quien los ayuda a él y a Bieber a navegar en la industria
«Los dos, nuestra salsa secreta es Jesús», dijo Chance a la revista. «Justin no finge el funk. Va a Jesús con sus problemas, va a Jesús con sus éxitos. Me llama sólo para hablar de Jesús».
Bieber solía asistir a Hillsong, una iglesia que tuvo que despedir a uno de sus pastores principales por «fallas morales» el año pasado. Advierte contra la adorar a celebridades y la confianza en una persona, en lugar de trabajar en su propia relación con Dios.
«Creo que muchos pastores se pusieron en este pedestal», le dijo a GQ . «Y es básicamente, la iglesia puede estar rodeada por el hombre, el pastor, el hombre, y es como, ‘Este hombre tiene esta relación suprema con Dios que todos queremos, pero no podemos conseguir porque no somos este tipo». ‘ Sin embargo, esa no es la realidad. La realidad es que todos los seres humanos tienen el mismo acceso a Dios «.
Ahora, después de años de lucha y el reciente lanzamiento de un nuevo álbum titulado Justice , Bieber está cultivando su propia relación con Dios y abrazando la estabilidad y la felicidad que ha encontrado en Él.
Como informó recientemente Faithwire de CBN , la cantante también lanzó un EP de seis pistas el domingo de Pascua. En una de sus canciones, Bieber habla sobre su propio pasado, admite cosas que ha hecho mal y agradece a Dios por la forma en que ha crecido a lo largo de los años.