Un cristiano de Suecia, que también es esposo y padre, le escribió a Piper en el último episodio de Ask Pastor John preguntándole cuál es la mejor manera de ser padre en un país como el suyo, al que describió como «coercitivo» y «socialista en de muchas maneras «.
Señaló que las exenciones de educación en el hogar por convicciones religiosas fueron prohibidas en Suecia «no hace mucho tiempo».
«Debemos enviar a nuestros hijos a la escuela, o el gobierno amenaza con quitárnoslos», escribió el hombre. “Las escuelas cristianas son prácticamente ilegales y una escuela puede tener un ‘perfil cristiano’, pero es un título sin sentido. A estas pocas escuelas cristianas todavía no se les permite ser «religiosas» o enseñar una cosmovisión cristiana. Todavía están obligados por ley a cumplir con el mismo plan de enseñanza que las escuelas seculares y ateas para brindarles a los niños una educación secular e incluso deben enseñar a nuestros niños LGBTQ como una norma positiva «, agregó el hombre.
En respuesta, Piper enfatizó que son los padres, no el estado, a quienes se les ha otorgado el rol dado por Dios de “criar y moldear las mentes y corazones de los niños en el conocimiento de Dios y en cómo vivir eso en el mundo.»
También destacó el papel de Dios para el gobierno, como hacer cumplir la ley sobre los malhechores (Romanos 13: 4) y tener el bien de la gente en el corazón (1 Pedro 2:14), lo que significa que tendrá un “interés imperioso en si su gente está educada, al menos lo suficientemente educada para hacer que la sociedad funcione «.
Este interés, sin embargo, «se vuelve malo cuando se apropia del derecho fundamental de la familia de educar a sus hijos», continuó Piper.
Los gobiernos “deberían encontrar una manera de alentar a una población educada respetando los derechos de las familias y promoviendo múltiples vías de todo tipo de educación inferior y superior, mientras los padres buscan formas de asociarse con aquellos que tienen experiencia en equipar a sus hijos para que funcionen sabiamente y moral y productivamente en el mundo ”, argumentó.
Piper pasó a ofrecer tres sugerencias para las familias cristianas que se enfrentan al adoctrinamiento estatal en países como Suecia.
Primero, argumentó, busque la libertad y muévase a otra parte. En segundo lugar, mantenga a los niños en casa, a pesar del riesgo de que el gobierno los saque. La tercera opción es enviar a los niños a la escuela pero educarlos en el hogar y en la iglesia.
«No hay un lugar seguro en el mundo para criar niños, no en Estados Unidos, seguro, no en Suecia, no en China, no en Corea del Norte», dijo Piper. “No hay un lugar seguro para criar niños cristianos, niños que atesorarán a Cristo por encima de todo. Solo Dios puede obrar el milagro que anhelamos en el corazón de nuestros hijos ”.
«Entonces, con toda nuestra enseñanza, y todo nuestro modelo, y todas nuestras amistades en la iglesia, y todo nuestro regocijo, debemos orar sin cesar por el milagro de la regeneración en nuestros hijos», concluyó.
